miércoles, 25 de noviembre de 2009

Educar para una ciudadanía solidaria...

Por Rosa Mancero

¿Cómo lograr que nuestros alumnos crezcan en un medio que les ofrezca seguridad, confianza, y sobre todo respeto a lo que como seres humanos somos?

Esta es una gran interrogante que se plantea en el momento en que vemos que el mundo está lleno de injusticias, contradicciones y que nuestros niños están siendo llevados por “ modelos” socio económicos en los que los entes que la conforman carecen de moral y valores. Es menester, entonces, el plantearnos que debemos cambiar nuestras estructuras mentales y avanzar hacia un cambio, en el que, no solo la palabra cuente como compromiso de acción sino que el ejemplo sea el que nos mueva como sociedad.

El hombre por sí solo no puede actuar en sociedad; de hecho la palabra sociedad se puede tomar como un conjunto en el que deben funcionar normas de convivencia justas y de sacrificio por parte de los entes que forman la misma. Pero ¿cómo interiorizar en el niño estos principios?.

El ejemplo más cercano de vivir en sociedad,dentro del aula puede ser el trabajo en Tribus, metodología que se puede desarrollar con los niños para que ellos experimenten el trabajo solidario y comprometido como el que los adultos deberían realizar a diario en cualquier grupo social y con cualquier ideología que la rija.

Esta metodología tiene como objetivo principal el trabajar solidariamente, con todos los miembros del grupo, avanzar juntos, apoyarse los más débiles con los mas fuertes y viceversa, e intercambiar habilidades, pues todos los seres humanos somos capaces de desarrollar habilidades en distintos momentos. Como en toda sociedad es menester el sacrificio de mis intereses por los de la colectividad. En el trabajo en grupo esto se logra cuando el más brillante se baja al nivel del más débil y le eleva para lograr un bien común.

El trabajo inicial se realiza con la elaboración de un código de convivencia en el que en conjunto se establecen normas de convivencia que serán respetadas por todos los integrantes del grupo, luego se establecen tiempos y se dedican varias horas al trabajo en grupo con objetivos que se alcanzarán de acuerdo a la edad de los niños. Es importante también tomar en cuenta que en cada trabajo que se realice con los niños se establecerá también un valor a trabajar, por ejemplo el valor de la Tolerancia, el respeto, etc. Pues no podemos HACER LO QUE QUEREMOS SINO LO QUE DEBEMOS.

Al crear sus propias reglas del juego estaremos madurando en los niños la idea de que si arrimamos el hombro y sacrificamos intereses personales por los colectivos estaremos formando seres capaces de respetar las normas de convivencia y tolerancia ; y así como tenemos derechos que exigir también tenemos obligaciones que cumplir.

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